miércoles, 10 de junio de 2009

Ana María

Escritura creativa:

... Lo que alarmaba a la mujer, era que en su juventud tuvo una hija a quién abandonó y nunca le conto a su marido ni a nadie. Y para su sorpresa, la niña a quien el viejo divisaba todos los días, era su propia nieta. He aquí el interes del viejo por la niña.
El sueño de tener hijos y nietos que tenía el viejo, se lo había privado su propia señora, la mujer que él amado toda su vida.
Al siguente día, antes de que el viejo saliera, como los hacía abitualmente, la señora decide contarle la verdad y el viejo al saber que su sueño se había cumplido de un segundo a otro sale a ver a su nueva nieta, como ya lo había hecho desde hace tanto tiempo sin saber.
Esa misma noche el viejo cirra los ojos, feliz y maravillado por la gran noticia, y duerme tranquilo para siempre.

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